Si previo a la crisis de sanidad mundial, las tendencias señalaban cambios radicales en los entornos de negocios; con la situación presente, los empresarios se afanan en buscarlos e incorporarlos a sus empresas.
Muchas empresas familiares gerenciadas aún por sus fundadores, deben acogerse al cambio en esta época de avances en la consolidación de la revolución digital. Esto requiere de involucrar la versatilidad que aporta el talento joven ya que los cambios llegan de la mano de la digitalización.
Se hace urgente un cambio en el estilo de liderazgo dentro de las empresas familiares para desarrollar un nuevo modelo de dirección que responda a los profundos retos que plantea el escenario actual, minado de situaciones complejas, y multidimensionales. Por lo que hace falta que se promueva la colaboración multigeneracional, inclusiva, que sume tanto al talento experto senior, y además empodere al talento joven con habilidad tecnológica innata.
Esta crisis genera nuevas oportunidades de cooperación entre sectores, entre competidores y entre cadenas de valor que, en situaciones normales no se producirían tan críticamente.
Las compañías deben aprovechar esta situación para introducir los cambios necesarios en el estilo gerencial y apostar por líderes visionarios que se adapten y cambien según las circunstancias. Líderes que sean empáticos y que sepan gestionar emociones. Las empresas post.covid deben buscar un más alto grado de influencia en la sociedad, y mucho mayor impacto social. Las empresas familiares deben incluir el sentimiento de la solidaridad como un importante componente en su visión estratégica.
Ana María Mantovani
Directora Asociada, Top Executive Search