La dinámica intergeneracional del actual y futuro entorno laboral trae consigo la necesidad de desarrollar en nuestro personal habilidades y competencias. Dichas habilidades deben ir de la mano del crecimiento de nuevos modelos empresariales, avances tecnológicos y globalización de los mercados.
Algunas de estas habilidades y competencias dependen de nosotros mismos, mientras otras están relacionadas con nuestro entorno y cómo nos adaptamos a ellos.
Para identificar las habilidades que dependen de nosotros es necesario:
- Ser auténticos
- Encontrar lo que nos hace marcar la diferencia
- Vivir con intensidad y esmero, sin perder la conexión con uno mismo.
En adición, es necesario contar con valores. Sin ellos no se puede ser coherente consigo mismo y menos con el entorno. Los valores son el puente entre las creencias y las acciones que se realizan.
Formar parte del entorno es poner en practica nuestra capacidad para adaptarnos, unificar y por qué no, ser empáticos. Esto requiere que estemos preparados para fluir. Debemos dejarnos llevar por una actitud de aprendizaje continuo, dentro y para una sociedad sin fronteras, donde podamos aprender de los demás y de las mejores prácticas de cada cultura.
Ser flexibles nos permitirá derribar barreras generacionales. Es importante, que a pesar de los avances y nuevas tecnologías no dejemos de lado cualidades como la lealtad y el compromiso característico de la época de antaño. La comunicación y las relaciones interpersonales son la clave para crear las redes y contactos que nos permitan crecer y desarrollar habilidades para adaptarnos a las necesidades del cambiante mundo laboral.
Luis A. Quinzada
Gerente General, Outsourcing