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El entorno global sigue avanzando hacia cambios disruptivos en el mundo laboral, y por ende en lo relativo al campo de las contrataciones.
El dilema a futuro se plantea no sólo en términos de qué carreras desaparecerán y cuáles otras se crearán, sino además, cuáles campos de actividad ocupacional o profesional llegarán a ser absorbidos por la inteligencia artificial y la robótica, y acabarán desplazando la participación humana.
Con los resultados de mejora de la productividad y la eficiencia de la mano de las tecnologías, empresas consultoras globales aseguran que las máquinas inteligentes serán uno de los principales renglones de inversión para los accionistas, proyectando que los robots inteligentes seguirán reemplazando a millones de trabajadores en el mundo.
Por consiguiente, resulta pueril que ciertos países nos debatamos en disquisiciones de cómo evitar la contratación de talento y profesionales extranjeros, bajo el argumento de que usurpan trabajo a los locales.
Bien es sabido que el mercado laboral, como consecuencia de las deficiencias del sistema educativo multi-nivel no está satisfaciendo los perfiles de las vacantes que la vigorosa inversión extranjera directa, que debe crecer en línea con la economía, está creando incluso para nuevos campos de actividad económica.
Además de que resulta altamente improbable que nuestros países equiparen en educación lo que el mundo de la tecnología nos trae de manera vertiginosa.
Son los profesionales extranjeros quienes presentan la ventaja de generar una escuela gerencial y profesional que beneficia a la empresa panameña en su conjunto y por ende al país.
Las economías del mundo que sufren turbulencias macroeconómicas, se enfrascan en una competencia por atraer flujos de inversión de forma cada vez más agresiva.
Por lo que, como país, debemos realizar un esfuerzo mayor por incrementar competitividad y ser más atractivo, y mucho de ello dependerá de la disponibilidad de una oferta laboral más dinámica, más flexible, mejor capacitada y acoplada a las necesidades de un mercado más exigente De esto depende mantener la senda del crecimiento sostenible.
La eliminación de las barreras al crecimiento, la promoción de la innovación y la transformación digital deben ir acompañados de un desarrollo en la calidad del capital humano. Las tendencias apuntan a incrementar significativamente el número de trabajadores contingentes en los próximos años. Incrementan los trabajos híbridos, desarrollados tanto localmente como en el extranjero. Todo apunta a cambiar hacia culturas dinámicas y colaborativas que desafíen el modelo tradicional de contratación y que permita explorar nuevas formas y modelos de trabajo.
Los líderes en Recursos Humanos quienes creamos tendencias debemos continuar promoviendo culturas corporativas que acojan la diversidad y la flexibilidad en el mundo laboral y aconsejar a los gestores de políticas de estado para avances en esa dirección.
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