El relevo generacional está revolucionando la normalidad en las organizaciones. Los jóvenes están dando un giro de 180 grados a las estructuras empresariales por su forma diferente de ver la vida. A pesar de no contar con una amplia experiencia laboral, son capaces de agregar valor significativo a las compañías.
La flexibilidad es una característica bastante notable de muchos “millennials” y “centennials.” Debido a los avances tecnológicos con los que se han formado, se inclinan a ejecutar tareas de forma más simple, pero impecable, gracias a su habilidad digital. Esto permite que las empresas sean más productivas y aumenten su rentabilidad.
En adición, los “millennials” y “centennials” representan un alto porcentaje de los consumidores en el mercado. Es por ello que contar con capital humano contemporáneo, que entienda sus necesidades, facilitará que la empresa comprenda mejor a estos segmentos del mercado y crezca de manera progresiva.
Para potenciar el impacto que estos jóvenes aportan a las empresas, es importante entender que ellos valoran enormemente cuando un empleador confía en ellos y les hace sentir que le ayudarán a explotar su potencial. La juventud actual puede ser muy impulsiva, por lo que no dudan en irse de un lugar si se encuentran inseguros o incómodos. Al sentirse aceptados y valorados, estarán dispuestos a darlo todo y realmente desarrollar ese sentido de pertenencia con la empresa.
Para los líderes de las organizaciones, la clave está en combinar los años de experiencia de un profesional adulto, con los conocimientos modernos y futuristas de un jóven que quiere crecer. Un jóven inexperto que quiere innovar, crear y arriesgarse, con un profesional experimentado, pero “open minded” que lo guíe, es la relación ideal de trabajo que agregará un enorme valor a la compañía.
Como empleador, ¿Te atreves a darle un toque espontáneo e innovador a tu empresa?
Como jóven, ¿Estás dispuesto a ser guiado y explotar tu potencial?
